¿Planificar para qué?

Antes de planificar se debe tener claro un objetivo, pero... ¿Podemos tener un objetivo si primero no investigamos? Definitivamente no.

Si un grupo inversor tiene como objetivo convertirse en el polo educativo cultural de una sociedad, primero debe tener una clara visión del campo en el que se moverá. ¿Que ocurriría si en ese lugar estuviera prohibida la educación privada? Cientos de empresas equivocan sus objetivos porque no hay una apreciación adecuada del terreno al que arriban. Cuando a la Argentina llegó el gigante supermercadista Wal Mart, instaló una tienda mayorista que fue un verdadero fracaso. Por empezar, no conocía el gusto de los consumidores finales y mucho menos el sistema comercial de compras minoristas. Aunque terminó destruyendo este canal, provocando una de las concentraciones de mercado mas crueles, causando millones de desocupados por culpa de sus supermercados, en el canal mayorista no acertó. No pudo llegar a comprender como los almaceneros no tenían ni los conceptos ni la capacidad de compra de los “tenderos” de supermarket norteamericanos. Detrás había recursos y se habían trazado objetivos, pero la investigación fue desfortunada.

Si una institución sanitaria debe planificar una política de salud, como primer paso debe investigar si existe elementos que permitan alcanzar los objetivos buscados. ¿Podríamos acaso hablar de lo imprescindible de la higiene personal en poblaciones suburbanas si primero no garantizamos la provisión de agua potable? Cuando a finales de los 90, en la mayoría de las provincias argentinas estalló la crisis del cólera se recomendaba combatirlo poniendo dos gotas de lavandina por cada litro de agua. Ello no hubiera sido necesario instrumentarlo si no fuera porque la red de agua corriente no está lo suficientemente extendida.

La investigación es el primer paso, y desde allí se obtienen los datos, imprescindibles para poder ubicar necesidades y oportunidades.

Lic. Daniel do Campo Spada © 2005.
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